La vida no es un cúmulo de casualidades, es una putada.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Te levantas por la mañana, desayunas, te vistes, coges la mochila y sales en dirección al instituto, llegas allí y en la entrada lo ves, le saludas con una de tus mejores sonrisas y él hace lo mismo, llegas a clase, tienes ganas de que llegue el recreo, habéis intercambiado miradas, hecho manitas y la señorita os ha regañado, tú te sientes tan feliz y él lo parece también. Llega ese momento, el recreo, sales, intercambiáis algunas palabras sobre algún examen, lo típico, llegas al lado de tus amigas,(dos besos, dos besos), te sientes muy feliz, tienes ganas de contárselo todo a ellas, tus mejores confidentes, se lo cuentan y te dicen que eso lo puede hacer con cualquiera, te desilusionan pero tú sigues con tu esperanza de que algún día lo conseguirás, conseguirás que sea tuyo. Termina esa media hora que se hace insoportable solamente mirándole, se acerca, te choca la mano, y casi se sienta a tu lado, pero se va, vuelves a clase y allí lo ves, sentado, con su pelo alborotado y esa perfecta ropa, sí, va a la moda, comprobado por todos los días que le repasas de arriba a abajo. Tres insoportables clases otra vez, le miras, está muy atento, quizás no se este enterando de nada, pero muy atento a la señorita, que explica como si lo entendiésemos todo, unos dicen "claro, y eso porque?" otros " yo no entiendo eso, no lo pongas en el examen ia" y otros para que se calle ya la maestra " si, si, si, si," Tú no estás en ese mundo, te ríes de la pecha de gente que está hablando a la vez y está volviendo loca a la señorita, de pronto pone orden y todo el mundo se calla. Él simplemente sonríe y dice "okeeeeeeiiii" Todas las tres horas han pasado como si nada al mirarle a él, incluso podrías decir que ni te has levantado del asiento, dirigiéndote todo el rato a él, por si miraba e intercambiabais algo, aunque sea una sonrisilla de esas que te gustan tanto y que te comerías a bocaditos. Las tres, por fin, te alegras pero por otra parte no quieres irte porque no le volverás a ver en todo el día, pero puede que se conecte y podáis hablar. Sales de nuevo dos besos a tus amigas, vas caminando, una se va por un lado y le cuentas a tu otra amiga lo que te ha sucedido en el día, tú dices que no quieres sentir eso por él y ella te dice: "tu no controlas a los sentimientos que tu corazón dice". Cierto, muy cierto, pero que hago? le digo te quiero ya? no, demasiado pronto, pero... lo tengo que hacer si no me volveré loca si el no dice a la despedida te quieroooo también, aunque la última vez ni respondió. Eso te da igual ya, tú sabes que le quieres y punto. Diez de la noche, estás cansada, decides dormir, piensas en lo sucedido durante todo el puto día, sonríes y piensas(porque sonrío? que hago? esto no me puede estar pasando? yo enamorandome? no puede ser, una chica tan dura como yo y que se derrumba, no, no, no, pero sí, esa es la verdad). Finalmente duermes imaginando una historia en la que concretamente aparece él y tú también. Le quieres lo has decidido finalmente.

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